Alucoil, compromiso ambiental sin precedentes

Alucoil, multinacional española líder en la fabricación de materiales avanzados de aluminio para edificación, transporte e industria, ha logrado un hito en sostenibilidad al obtener el certificado «Residuo Cero» de AENOR, con un destacado 98.83% de valorización de residuos. Este logro posiciona a la compañía como pionera en la gestión responsable de residuos en su sector.

El alcance de esta certificación incluye la fabricación de los paneles composite LARSON® FR y los paneles con núcleo de nido de abeja LARCORE®, productos clave de la empresa. Este reconocimiento destaca la capacidad de Alucoil para transformar casi todos los residuos generados en nuevas materias primas, energía o productos reutilizables, lo que minimiza significativamente su impacto ambiental.

Con este avance, Alucoil reafirma su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el ODS 12 (Producción y consumo responsables) y el ODS 13 (Acción por el clima). La compañía continúa marcando la pauta para un modelo industrial más respetuoso con el medio ambiente.

Estrategias que hacen la diferencia

El equipo de Alucoil atribuye este logro a diversas estrategias innovadoras que han transformado sus procesos internos:

• Uso de materiales reciclables: La elección de materias primas y productos 100% reciclables asegura que cualquier residuo pueda ser revalorizado con un impacto ambiental mínimo.
  
• Optimización de procesos: La mejora continua en sus operaciones internas ha permitido reducir al máximo la generación de residuos durante la fabricación.
  
• Alianzas estratégicas: Colaboraciones con socios especializados en la gestión sostenible de residuos han sido clave para alcanzar este nivel de valorización.
  
• Programas de concienciación: Tanto dentro como fuera de la empresa, Alucoil fomenta la correcta gestión de residuos mediante iniciativas de formación y sensibilización.

«Este certificado con una valorización del 98.83% es un reflejo del esfuerzo conjunto, la innovación y el compromiso de todo nuestro equipo. Alcanzar este porcentaje es un desafío en nuestra industria, y estamos orgullosos de liderar el camino hacia un futuro más sostenible», comentan desde la compañía.

Impacto en la sostenibilidad y retos futuros

La obtención del certificado «Residuo Cero» representa un impacto positivo no solo para la empresa, sino también para el sector industrial en su conjunto. Este nivel de valorización, muy por encima de los estándares habituales, marca un antes y un después en las prácticas responsables dentro de la industria del aluminio.

Con esta certificación, Alucoil se compromete a seguir avanzando en sostenibilidad, implementando innovaciones que permitan superar sus propios logros. «Esperamos alcanzar nuevas metas en un futuro cercano, continuando con nuestro compromiso de integrar prácticas que contribuyan a un mundo más limpio y respetuoso con el medio ambiente», afirman desde la empresa.

Un referente global en aluminio avanzado

Desde su fundación en 1996, Alucoil® ha crecido hasta convertirse en un referente en tecnología e innovación en el sector del aluminio. Con sede en Miranda de Ebro (Burgos) y fábricas en España y Marruecos, la empresa exporta a más de 90 países en todo el mundo.

Especializada en soluciones tecnológicas avanzadas, Alucoil fabrica materiales reconocidos bajo sus marcas propias, que destacan por su calidad y compromiso con el desarrollo sostenible. Entre sus productos estrella se encuentran los paneles composite LARSON® FR y LARCORE®, utilizados en proyectos emblemáticos de edificación y transporte.

Mirando hacia el futuro

Alucoil no se detiene en su camino hacia una industria más verde. Su enfoque integral, que abarca desde la fabricación hasta la gestión de residuos, la posiciona como una empresa comprometida con la sostenibilidad y la innovación.

El reconocimiento «Residuo Cero» no solo avala sus logros actuales, sino que refuerza su papel como líder en prácticas responsables. Alucoil continúa inspirando a otras empresas a sumarse al reto de la transición hacia un modelo industrial sostenible, demostrando que la innovación y el respeto por el medio ambiente pueden ir de la mano.