La empresa china de moda Shein ha enfrentado críticas constantes por la falta de sostenibilidad en su modelo de negocio. Sin embargo, está decidida a mejorar su imagen invirtiendo 250 millones de euros en lo que llaman «moda preparada para el futuro».
Esta inversión se realizará durante los próximos cinco años y beneficiará a la Unión Europea y al Reino Unido. Shein, con sede en Singapur, planea crear un fondo de 200 millones de euros dedicado a la economía circular, apoyando startups comprometidas con la sostenibilidad.
Los 50 millones de euros restantes se destinarán a apoyar a marcas, diseñadores y artesanos que integren la sostenibilidad en sus procesos. Los beneficiarios también podrán expandir sus negocios en línea a través del mercado de Shein, que está explorando la posibilidad de abrir fábricas en la Unión Europea y en el Reino Unido.
Esta inversión de 250 millones de euros se suma a otras iniciativas de Shein para fomentar la economía circular en la industria de la moda.
Aunque Shein no ha publicado sus cifras de ingresos, la empresa de investigación de mercados Coresight estima que la compañía cerrará este año con ingresos superiores a los 50.000 millones de dólares, un aumento del 55% respecto al año anterior.
El 28% de sus ventas provienen de Estados Unidos, mientras que Alemania, Reino Unido y Francia representan cada uno aproximadamente el 6% del mercado
En el pasado, Shein ha sido criticada por su modelo de «ultra fast fashion», que promueve la producción masiva y barata de ropa en China, favoreciendo la moda desechable. La empresa refuta estas acusaciones, asegurando que su producción es sostenible y que utiliza tecnología avanzada para adaptarse rápidamente a la demanda y evitar el exceso de inventario.
Según expertos, Shein controla alrededor del 20% del mercado global de «fast fashion», destacándose en parte por su uso de plataformas como Instagram, TikTok y YouTube.
Sin embargo, Shein sigue enfrentando fuertes críticas. Se le acusa de violar la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la Unión Europea, ya que su sitio web presiona a los clientes a comprar más y dificulta el contacto con representantes de la empresa para presentar quejas.
La DSA exige que las plataformas online que operan en la Unión Europea sean transparentes y protejan adecuadamente al consumidor. A finales de junio, la Comisión Europea solicitó más información a minoristas online como Temu y Shein sobre este tema.
Si Shein se estrena en la Bolsa de Londres como está previsto, la empresa deberá ser mucho más transparente. Shein aspira a alcanzar una valoración de 60.000 millones de euros cuando comience a cotizar en el mercado bursátil.
