Iniciativa para la protección de especies y aumento de la biodiversidad
Reforesta, organización no gubernamental dedicada a la conservación ambiental, ha dado inicio a un ambicioso proyecto en la Sierra de Guadarrama con el objetivo de preservar la biodiversidad de la región, en particular, de las mariposas. Este esfuerzo incluye la recolección de semillas de 16 especies herbáceas que sirven como alimento para las orugas, lo que ayudará a incrementar la población de estos importantes insectos.
El proyecto, que se desarrollará a lo largo de 2025, se llevará a cabo con la participación de voluntarios. Estos voluntarios se encargarán de plantar las semillas recogidas, en una serie de jornadas de campo organizadas por la ONG. Reforesta, fundada en 1991 y declarada de Utilidad Pública, ha demostrado un sólido compromiso con el medio ambiente, habiendo plantado más de 77.000 árboles gracias al apoyo de socios, empresas y voluntarios.
Un ecosistema único en riesgo
La Sierra de Guadarrama, especialmente en la zona del Alto Manzanares, es un tesoro de biodiversidad. La región alberga al menos 130 especies de mariposas diurnas, lo que representa el 55% de las especies presentes en la Península Ibérica. En términos de flora, se han identificado 2.200 especies de plantas, de las cuales 1.400 crecen en esta área de la sierra. A pesar de esta riqueza, muchas especies enfrentan un estado de conservación preocupante o se conocen poco, lo que aumenta la urgencia de iniciativas como la que lidera Reforesta.
El proyecto de Reforesta tiene como objetivo mejorar el conocimiento sobre estas especies y fomentar su conservación. Con los permisos correspondientes otorgados por la Comunidad de Madrid, la ONG recolectará semillas de plantas que son vitales para la alimentación de las orugas, lo que contribuirá a aumentar la población de mariposas y mejorar la diversidad del ecosistema.
Participación activa de la comunidad
Para llevar a cabo este proyecto, Reforesta ha organizado jornadas de voluntariado que ya han comenzado a desarrollarse. Hasta ahora, se han realizado tres convocatorias exitosas, y se espera realizar varias más hasta completar el proyecto. La colaboración de voluntarios, socios y financiadores es crucial para el éxito de esta iniciativa.
Además de los recursos propios, la ONG está trabajando en la obtención de fondos adicionales que permitirán completar esta acción de conservación. Esta iniciativa se suma a otras emprendidas por Reforesta en la última década, como la creación y mantenimiento de una red de charcas para la protección de anfibios en la zona. Entre las especies plantadas en estas charcas se incluyen árboles como arraclanes, aligustres, majuelos, endrinos y manzanos silvestres, que también benefician a lepidópteros y otros invertebrados.
Desafíos para la conservación en la Sierra de Guadarrama
A principios del siglo XX, la Sierra de Guadarrama sufrió una grave deforestación debido a la tala, las quemas, el sobrepastoreo y la erosión. En la actualidad, las principales amenazas para la sierra incluyen el intenso uso público, el calentamiento global y la introducción de especies invasoras. Siglos de degradación han dejado su huella en la flora y fauna de estas montañas.
Ejemplos de especies en peligro son la hierba de la Primavera (Primula elatior subsp. intricata), de la cual solo quedan 19 ejemplares. Otro caso es el madroño, antes abundante en los montes del Alto Manzanares, pero que ahora cuenta con poco más de un centenar de ejemplares, principalmente en roquedos. La presencia de cabra montesa y pinos alóctonos complican su recuperación, lo que también afecta a dos especies de mariposas que dependen de este árbol.
Sobre Reforesta
Desde su fundación en 1991, Reforesta ha trabajado incansablemente en la reforestación y conservación de la biodiversidad. Con más de 77.000 árboles plantados, la organización lucha contra la desertificación, el cambio climático y la degradación de los bosques, promoviendo un entorno más saludable y sostenible para las generaciones futuras.