sábado, noviembre 23, 2024

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Según un informe de BSI, España lidera el aumento de la inseguridad hídrica

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Preocupantes resultados de BSI en materia de sequía

El último informe del British Standards Institute (BSI) revela que España ha experimentado el mayor incremento de inseguridad hídrica entre los países analizados. Este informe, titulado ‘Sedientos de cambio’, elaborado en colaboración con Waterwise, expone los preocupantes resultados del ‘Indicador de Seguridad y Soluciones Hídricas 2024’. Este estudio, que examina el uso, riesgo y desperdicio del agua a nivel global, refleja un deterioro generalizado en la gestión del agua en numerosos países.

De los 41 países evaluados, un total de 14 han registrado un aumento en sus niveles de riesgo hídrico, lo que señala un empeoramiento en la situación de inseguridad hídrica global durante 2024.

España, entre los países más afectados

España ha sido el país que más ha visto deteriorada su posición en este índice, obteniendo una puntuación de 26 sobre 35 (donde una puntuación más alta indica mayor riesgo). Solo países como Sudáfrica, con 30 puntos, Turquía (28), China, Chipre, India, Macedonia del Norte y Estados Unidos (27) superan a España en cuanto a mayor riesgo hídrico.

El estudio señala que cuatro de los siete indicadores que componen el índice han empeorado en España en comparación con el año anterior. Entre las principales causas del deterioro se encuentran la disminución del volumen teórico anual de agua disponible por persona, la escasez de agua, ya que el país consume más de lo que sus recursos renovables pueden ofrecer, el aumento del precio del agua en relación con el PIB per cápita, y una reducción en la eficiencia del uso del agua. En contraste, los indicadores que miden la aridez del territorio, el consumo per cápita y las pérdidas de agua en la red de distribución se mantuvieron sin cambios respecto a 2023.

El impacto de la sequía en España

Este incremento de la inseguridad hídrica es particularmente preocupante dado el contexto de sequías severas que ha sufrido España en los últimos años. Las reservas de agua en las cuencas internas y embalses están en niveles alarmantemente bajos, exacerbando el problema. Un ejemplo de esto fue la declaración de emergencia por sequía en Cataluña en febrero de 2024, donde se enfrenta la sequía más intensa desde que se tiene registro. Las restricciones de agua impuestas por las autoridades catalanas para mitigar el problema también han influido negativamente en los indicadores del país.

Federica Pagnuzzato, directora de Sostenibilidad de BSI para Europa Continental, advirtió sobre la situación en España, señalando que este desafío refleja no solo la magnitud de la crisis hídrica, sino también la falta de progreso en infraestructuras y la falta de compromiso público. «Aunque no hay soluciones mágicas», señaló Pagnuzzato, «existen medidas que debemos adoptar para acelerar el progreso hacia un futuro sostenible».

La inseguridad hídrica en aumento a nivel global

El informe de BSI también destaca que en 31 de los 41 países evaluados no se ha registrado ninguna mejora en la seguridad hídrica durante el último año. Entre los países más afectados, además de España, se encuentran Turquía, Macedonia del Norte, Países Bajos y Bélgica. En Asia, China, India y Japón también enfrentan riesgos significativos relacionados con la gestión del agua.

India y China son los países que presentan un mayor estrés hídrico, debido a la baja cantidad de agua renovable disponible por persona y los altos niveles de consumo. Además, según el estudio, la situación en estos países podría empeorar debido a la falta de iniciativas suficientes para mitigar el cambio climático.

Por el contrario, los países que han registrado mejoras en su seguridad hídrica han sido pocos. Suecia, Suiza, Eslovenia y Noruega se encuentran entre los pocos estados que han conseguido pequeñas mejoras en sus puntuaciones desde 2023.

Previsiones y demanda futura de agua

El informe de BSI también hace hincapié en que la demanda mundial de agua seguirá creciendo, estimándose un incremento del 1% anual. Esto equivale a un aumento de 400.000 millones de metros cúbicos de agua por año, lo que se traduce en una necesidad adicional de 1.268 metros cúbicos por segundo, equivalente a una piscina olímpica cada dos segundos.

Nicci Russell, consejera delegada de Waterwise, expresó su preocupación por la lentitud de los avances en la seguridad hídrica global. Aunque existe un interés genuino en la población por formar parte de la solución, los desafíos siguen siendo abrumadores en muchas partes del mundo. Según ella, utilizar el agua de manera más eficiente en los hogares y lugares de trabajo es una parte clave de la solución para mitigar los efectos del cambio climático y garantizar el suministro de agua en el futuro.

La percepción pública frente a la crisis hídrica

El estudio también exploró la percepción pública sobre la inseguridad hídrica. Tras encuestar a 9.300 personas, se encontró una desconexión preocupante entre la gravedad del problema y la comprensión pública del mismo. Aunque 60% de los encuestados reconoce que la seguridad hídrica es un problema global importante, solo 45% considera que es tan urgente como el cambio climático.

Sin embargo, la mayoría de las personas, un 53%, cree que es crucial tomar medidas para reducir el desperdicio y mejorar la seguridad del agua. Susan Taylor Martin, directora ejecutiva de BSI, subrayó la importancia de aumentar la concienciación sobre el reto hídrico y su relación con la sostenibilidad y el cambio climático, como primer paso hacia la acción colectiva.

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