martes, marzo 18, 2025

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El embargo de nómina o vivienda por deudas es una realidad, pero la Ley de Segunda Oportunidad puede evitarlo

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El embargo de nómina o incluso de la vivienda habitual es una realidad que afecta a miles de personas en España. Cuando las deudas se acumulan y no hay forma de hacerles frente, los acreedores pueden recurrir a la vía judicial para recuperar su dinero. Sin embargo, la Ley de Segunda Oportunidad ofrece una solución que puede cambiar las reglas del juego.

La Ley de Segunda Oportunidad como solución al embargo

Un embargo es una acción judicial que permite retener bienes o ingresos de un deudor para saldar una deuda impagada. Se trata de una situación que genera gran estrés y desesperación, pero no todo está perdido. La Ley de Segunda Oportunidad, ofrece una salida accesible y efectiva para quienes se encuentran atrapados en una espiral de deuda.

Este mecanismo no solo permite cancelar deudas, sino que también paraliza los embargos y protege el patrimonio esencial, como la vivienda habitual. A continuación, te explicamos cómo funciona y cuáles son los requisitos para acogerse a ella.

¿Cómo funciona la Ley de Segunda Oportunidad?

La Ley de Segunda Oportunidad es un procedimiento regulado por la Ley 16/2022, que permite empezar de cero a deudores que, tras una situación económica delicada, no pueden hacer frente a sus deudas. 

El primer paso en la Ley de Segunda Oportunidad es crucial porque es cuando expertos, como los de Repagalia, evalúan la situación para determinar si se cumple con los requisitos necesarios para avanzar en el proceso. Este asesoramiento inicial es fundamental para evaluar las probabilidades de éxito y trazar la mejor estrategia hacia la exoneración de deudas. 

Existen dos opciones para presentar el concurso voluntario:

La exoneración de la deuda: el deudor queda liberado de la responsabilidad del pago. Aplica por inexistencia de bienes o por bienes con valor inferior al de las deudas.

Liquidación con plan de pagos: Permite obtener una exoneración de parte de las deudas mientras se amortiza el resto en un período determinado. Se aconseja cuando el deudor tiene un nivel de ingresos alto o desea conservar su vivienda habitual o algún otro bien, por lo que la deuda se exonera parcialmente.

Requisitos para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad

Ser deudor de buena fe:

No haber cometido delitos socioeconómicos en los últimos diez años.

No haber actuado de manera fraudulenta o negligente en la gestión de las deudas.

No haberse acogido a la ley en los últimos 5 años.

Situación de insolvencia:

Demostrar que no se puede hacer frente a las deudas en la actualidad o de forma inminente.

Tener deudas con dos o más acreedores.

El importe de la deuda ha de ser inferior a cinco millones de euros.

Beneficios adicionales de la Ley de Segunda Oportunidad

Además de la paralización de embargos, acogerse a esta ley implica otros beneficios significativos:

Cancelación de deudas: Posibilidad de exonerar hasta el 100% las deudas, permitiendo al deudor liberarse de cargas financieras insostenibles.

Reinserción financiera: El deudor puede restablecer su situación económica y acceder nuevamente al sistema crediticio.

Protección del patrimonio esencial: Se salvaguardan bienes indispensables para la vida diaria y el ejercicio profesional del deudor.

Frente a la amenaza real de embargo por deudas, la Ley de Segunda Oportunidad emerge como una solución efectiva. Este mecanismo no solo ofrece la posibilidad de cancelar las deudas sin tener que pagarlas, sino que también protege al deudor de perder su salario o su vivienda, dándole una verdadera segunda oportunidad para reconstruir su vida.

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