Las energías renovables impulsan la inclusión laboral en zonas rurales
Las energías renovables no solo están transformando el paisaje energético en España, sino también el mercado laboral en zonas rurales. En los últimos dos años, Endesa y la FUNDACIÓN JUAN XXIII han lanzado cursos de formación inclusivos, conocidos como COMPOST-IN, con el objetivo de crear empleo de calidad para personas en situación de vulnerabilidad psicosocial y, al mismo tiempo, hacer frente a la despoblación en estas áreas. Endesa y FUNDACIÓN JUAN XXIII han capacitado a 330 personas con discapacidad en los últimos dos años
Formación inclusiva y oportunidades de empleo
El proyecto ha logrado que 330 personas con discapacidad de toda España obtengan acreditaciones en tareas de compostaje, desbroce y mantenimiento de pantalla forestal en plantas solares. Este enfoque inclusivo ha tenido un impacto significativo, con el 39% de los participantes encontrando empleo en solo seis meses tras completar la formación, y un 8% de ellos trabajando directamente en instalaciones renovables.
Las plantas de energía renovable, ubicadas en áreas rurales donde abundan recursos naturales como el sol y el viento, están revitalizando regiones que anteriormente enfrentaban un declive económico. La transición hacia energías limpias no solo está generando electricidad, sino también oportunidades de empleo especializado en la construcción y operación de estos proyectos.
Un compromiso con el desarrollo local
Endesa, a través de su filial Enel Green Power España, reconoce la importancia de ser un actor clave en estas comunidades rurales. Desde el diseño de sus proyectos, la empresa se compromete a generar riqueza y empleo localmente. Hace dos años, en colaboración con la FUNDACIÓN JUAN XXIII, lanzó un plan formativo con el propósito de incluir a personas con discapacidad en este creciente mercado laboral. La iniciativa tiene como objetivo facilitar la incorporación de estas personas en trabajos medioambientales vinculados a plantas fotovoltaicas.
El programa COMPOST-IN, que comenzó el año pasado, ya ha llevado a cabo 21 ediciones en distintas regiones de España, incluyendo Baleares, Aragón, Murcia, Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha. Este proyecto no solo les brinda a los participantes conocimientos técnicos, sino también las herramientas necesarias para aplicar lo aprendido, tanto en sus hogares como en potenciales empleos futuros.
Resultados prometedores
Las cifras demuestran la efectividad de esta iniciativa. Ada Fiteni, responsable de Sostenibilidad de Endesa, afirma: «Seguimos trabajando en estas zonas porque queremos ser un actor relevante en el desarrollo rural y en la integración de personas con discapacidad». Este compromiso con las comunidades rurales y con colectivos vulnerables está alineado con la estrategia de sostenibilidad de Endesa.
Por su parte, Alberto Muñoz, director del Centro de Formación para el Empleo de FUNDACIÓN JUAN XXIII, destaca el valor del programa: «Gracias al apoyo de Endesa, estamos capacitando a personas con discapacidad intelectual en todo el territorio nacional, aumentando su empleabilidad y situándolas en el corazón de la economía circular y las energías renovables».
Un enfoque integral en la formación
El curso COMPOST-IN no se limita a la teoría. Además de proporcionar material didáctico, a cada alumno se le entrega un kit completo con equipos necesarios para realizar tareas de compostaje, como desbrozadoras y trituradoras profesionales, así como los EPIs (equipos de protección individual) requeridos. Esto les permite practicar lo aprendido de manera segura y eficiente.
El programa incluye 99 horas de formación, de las cuales 37 son prácticas, asegurando que los participantes no solo adquieran conocimientos, sino también experiencia directa. Este enfoque práctico es crucial para garantizar que los estudiantes estén bien preparados para el mercado laboral.
Impacto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
Esta iniciativa contribuye a cumplir 10 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre ellos la mejora de la inclusión laboral y el uso responsable de los recursos. Además, la formación fomenta el uso de medios digitales por parte de personas con discapacidad, lo que amplía aún más sus posibilidades de empleo en un mundo cada vez más digitalizado.
Endesa: un líder en energía y sostenibilidad
Endesa no solo es un líder en el sector energético en España, sino también un impulsor de la sostenibilidad y la responsabilidad social. La compañía desarrolla un negocio integrado que abarca generación, distribución y comercialización de electricidad, y es uno de los principales actores en la movilidad eléctrica. Con cerca de 9,000 empleados, Endesa forma parte del Grupo Enel, el mayor conglomerado eléctrico de Europa.
A través de iniciativas como COMPOST-IN, Endesa demuestra su compromiso con las comunidades rurales y con la inclusión de personas en situación de vulnerabilidad. Estos esfuerzos no solo benefician a las personas directamente involucradas, sino que también contribuyen al desarrollo sostenible y la revitalización de áreas rurales en toda España.
Hacia un futuro más inclusivo y sostenible
La colaboración entre Endesa y la FUNDACIÓN JUAN XXIII es un ejemplo de cómo las empresas pueden marcar la diferencia en las comunidades rurales, ofreciendo oportunidades laborales a personas con discapacidad y contribuyendo a un futuro más sostenible. A medida que crece la demanda de energías renovables, iniciativas como estas serán clave para asegurar que nadie quede atrás en la transición hacia un mundo más verde y equitativo.