Incremento en impuestos energéticos golpea a hogares y empresas
El comienzo del 2025 trajo consigo un notable aumento en los impuestos relacionados con la electricidad. El IVA de la luz volvió al 21%, tras tres años y medio de reducciones, mientras que el Impuesto Especial de la Electricidad (IEE) subió al 5,11% y el Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica (IVPEE) alcanzó un 7%. Estos incrementos han supuesto un duro golpe para las facturas de luz de hogares y empresas, especialmente en invierno, cuando el consumo energético tiende a dispararse.
Para los hogares, el impacto podría representar un aumento de hasta el 10% en la factura mensual. Familias en situación vulnerable verán reducidas las bonificaciones al 50%, y al 65% en el caso de los consumidores vulnerables severos. Estas reducciones agravan la situación de quienes ya luchan por pagar sus facturas, con incrementos que podrían llegar a 100 euros adicionales al año.
Por otro lado, las empresas, especialmente aquellas con altos requerimientos energéticos, también enfrentan mayores costes. Sectores como la industria manufacturera o el comercio no solo se enfrentan a una disminución en su competitividad, sino también a una mayor incertidumbre económica que puede frenar futuras inversiones.
Energías renovables, una solución eficiente y sostenible
Frente a este panorama, los expertos destacan la importancia de adoptar soluciones energéticas sostenibles y económicas. Entre las alternativas más recomendadas están las placas solares, que permiten una considerable reducción de costes a la vez que impulsan la descarbonización.
Según SotySolar, para una vivienda con un consumo promedio de 150 euros al mes (1.800 euros al año), la instalación de paneles solares puede reducir la factura a tan solo 45 euros mensuales (540 euros anuales), ahorrando hasta 1.260 euros al año. Además, estas instalaciones ofrecen estabilidad a largo plazo, al garantizar que el precio de los kWh producidos por los paneles sea predecible durante los próximos 25 años.
Beneficios adicionales y apoyo financiero
Además de los ahorros directos, los paneles solares ayudan a reducir la dependencia de las grandes compañías eléctricas. A esto se suman los beneficios fiscales y subvenciones disponibles, como las bonificaciones del IBI (del 30 al 50%, según el municipio), la reducción del ICIO (hasta un 95%) y deducciones en el IRPF (de entre un 20% y un 60% según el ahorro energético obtenido).
Por otro lado, las subvenciones autonómicas para proyectos de rehabilitación y eficiencia energética, vigentes en regiones como Valencia y Cataluña, representan un incentivo adicional para quienes deseen invertir en energía solar.
«En hogares con instalaciones fotovoltaicas, es posible ahorrar hasta un 70% en la factura eléctrica al producir y consumir la propia energía. Además, las baterías solares permiten almacenar la energía generada durante el día para usarla por la noche, maximizando el ahorro», explican desde SotySolar.
Otras medidas de ahorro energético
Además de las placas solares, los expertos sugieren otras estrategias para mitigar los costos de la electricidad. Entre estas se encuentran:
- Reducir la potencia contratada.
- Negociar un precio fijo con la compañía eléctrica, dentro de un rango estable entre los 0,15 €/kWh y 0,20 €/kWh.
- Cambiar hábitos de consumo, como utilizar electrodomésticos en modo ECO y programar tareas para horarios de menor demanda.
En conclusión, la transición hacia fuentes renovables como la energía solar no solo ofrece una solución económica, sino también sostenible, ayudando a mitigar el impacto de los aumentos impositivos y a promover un futuro más limpio y eficiente.
